Febrero 2, 2013
Un edificio en construcción en Chongqing, China, es una copia textual del de Zaha Hadid en Beijing. Pero su promotor dice que no está inspirado en sus curvas sino en las piedras de las orillas del río Yangtze en donde esa ciudad esta construida. Que no es una copia sino una superación.
Una versión espuria de la capilla de Notre Dame du Haut, en Ronchamp, al oeste de Francia, de Le Corbusier, apareció en Zhengzhou a finales de la década de 1990. Y aunque fue demolida después de la decidida intervención de la Fundación Le Corbusier, ahora sus ruinas sirven para el escenario surrealista de un restaurante de asados.
Y en Tianducheng, cerca a Shanghai, una Torre Eiffel de apenas 108 metros, como si hubieran copiado la de Las Vegas, de 164 metros, y no la de Paris, casi dos veces mas alta, flota por encima de la plaza Champs Elysées, pues el sitio es todo una replica opaca, y confusa, que más da, de la Ciudad Luz.
No contentos con apenas copiar edificios icónicos, algunos promotores chinos están duplicando pedazos de ciudades. En Tianjin, en el norte de China, una réplica de Manhattan está en construcción en el sitio de un pueblo de pescadores del siglo XV, incluyendo los Centros Rockefeller y Lincoln, y el río Hudson. Para 2019 será el mas grande centro financiero del mundo.
Y el pequeño pueblo alpino de Hallstatt, con todo y su iglesia de esbelta torre y sus chalets de colores pastel, como su esplendida localización al lado de un lago, se ha reproducido “secretamente” en la ciudad de Huizhou en la provincia de Guangdong al sur de China. Mientras en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan. en el suroeste, un complejo residencial para 200.000 habitantes recrea la británica Dorchester.
El arqueólogo Jack Carlson, arguye que la copia en arquitectura en China tiene sus raíces en algo mas serio que un vergonzoso asunto meramente comercial, pues los paralelos antiguos de estos proyectos de copia sugieren que no se trata de meras folies sino de logros de la primacía global de China (Foreign Policy magazine).
Y cita al viejo historiador Sima Qian, que relató el importante programa de construcción de la primera dinastía que gobernó China.Cada vez que Qin Shi Huang, su primer emperador, conquistaba a uno de sus rivales, comisionaba réplicas de sus palacios y salones, que se reconstruían en las faldas al norte de la capital.
Actualmente, prácticos que son, si se trata de copiar a las estrellas del espectáculo en que se ha convertido la arquitectura, no tienen inconveniente de copiar sus obras en China. ¿O será que el de Zaha Hadid allá tampoco es de ella? Pero es extraño que no se les haya ocurrido copiar Las Vegas, y hacer una original copia de una copia.
Es lo que hacen aquí algunos arquitectos que parecen chinos, financiados ya no por emperadores sino por especuladores inmobiliarios o alcaldes que se quisieran emperadores, y escogidos a dedo por el cartel de los contratistas de obras publicas. Copian en Cali, por ejemplo, lo que copian en Bogotá para Medellín. Lamentablemente en Colombia en estos días la copia no es un cuento chino.
Benjamin Barney Caldas
Fotografia:CAIP/Blogspot