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¿Morfología urbana?

Abril 15 – 2011

La Sociedad de Mejoras y Ornato denuncia algunas “irregularidades” en el edifico en construcción de Fedegán. Barrio Teusaquillo, calle 37 entre carreras 14 y 15.
http://www.museodelchico.com/admin/docs/fedegan.pdf

Vale la pena leer el texto de M y O, deteniéndose en las comparaciones gráficas. Después de leer, o al menos de ojear el análisis, vale la pena ir hasta la 37 y corroborar en carne propia si la denuncia tiene sentido.

Si alguien no queda perplejo con la barbaridad morfológica, ojalá comparta su experiencia por este o cualquier otro medio, a ver si a los demás nos ayuda a convivir con el futuro que presagia Fedegán.

Parecería que M y O es una organización innecesaria, dada la existencia del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural. Sin embargo, parece también que M y O existe para evitar que el IDPC y los curadores abusen de su poder para generar Fedeganes por toda la ciudad.

Un aplauso para Mejoras y Ornato por trabajos como éste, y por persistir en la protección del patrimonio arquitectónico.

Juan Luis Rodrìguez

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La mala Memoria

Enero 30-2011

Yo prefiero los proyectos amnésicos, pero una de las exigencias de los concursos arquitectónicos es presentar una “memoria”. Y como no existe un consenso sobre qué significa en estos casos la palabra “memoria”, cada participante presenta su versión.

Algunas son del modelo: “en el primer piso queda la secretaría, la oficina de radicación, el auditorio, etc…” que repiten en prosa los planos dibujados, en el supuesto de que los jurados son retrasados mentales.

Otras resumen los pensamientos que el arquitecto tiene atragantados y necesita expulsarlos aunque no tengan nada que ver con el concurso. Por ejemplo: “La responsabilidad del arquitecto es crear los espacios para las actividades del hombre. Debemos establecer entonces cuáles son estas actividades, pero antes debemos definir al hombre, etc. …”

Un tercer grupo, con el cual me identifico, supone que un proyecto bien presentado se explica solo, y la memoria debe complementar o aclarar solamente lo que los planos no pueden mostrar.

Hay también un grupo imposible de definir que trataré de mostrar, con base en apartes verídicos (lo juro) de memorias de un concurso que me correspondió juzgar:

– «Criterios Arquitectónicos: Descubrir la planta profunda y esculpir el espacio vacío»
– “Plazoleta del volver a ser”
– “Materiales: Uso austero aprovechando materiales intrínsecos, sin ornamentos…”
– «El edificio es una pieza urbana que se encaja con suavidad rotunda en el tejido del sector…»
– “Hacia un edificio simbólico jerárquico y potente. Un edificio fluido, elemento de convivencia,”
– “La expresión espacial del proyecto está referida a las propiedades de los cuerpos y los fluidos. Dando una identidad matérica a cada cuerpo, el usuario reconoce e identifica las actividades a través de la arquitectura.”
– “Fachadas sutiles convertidas en …polvo, en humo, en aire, en sombra….en nada.”

Yo invito humildemente a que alguien me explique, en un lenguaje elemental:

– ¿Qué es una planta profunda y cómo se descubre?
– ¿Qué se necesita para esculpir un espacio vacío?
– ¿En qué consiste una plazoleta de volver a ser?
– ¿Cuáles son los materiales intrínsecos?
– ¿Qué tan suave es una suavidad rotunda?
– ¿Cómo se sostiene un edificio fluido?
– ¿La identidad matérica es interesántica?
– ¿Una fachada en polvo es lavable?
– ¿Una fachada en nada es lo mismo que nada de fachada?

Termino esta categoría con la increíble explicación (memoria) que da el diario El Mundo de España, del proyecto del arquitecto Enric Ruiz-Geli para el nuevo restaurante El Bulli, del famoso Chef Ferrán Adrià. Según El Mundo, Ruiz-Geli “Para diseñarlo, ha partido, como ya hace Adrià en su cocina, de las partículas a través de un complicado sistema de escaneado que permite obtener un mapa de moléculas en movimiento del aire y los objetos del solar de Cala Montjoi en el que está el restaurante, a partir del cual ha diseñado las formas de los nuevos espacios”, explica “El Mundo”.

Yo no puedo creer que alguien pueda decir semejante chorrada (estupidez diríamos por acá) y quedarse serio. Pero como no estoy viendo la cara del Sr. Ruiz-Geli, y presumo que habrá algunos que le crean aunque no lo entiendan (a eso lo llaman fe) le otorgo el beneficio de la duda, y poniéndome a su altura, trataré de formular unas preguntas cuyas respuestas espero me iluminen el camino de la comprensión:

– ¿Cómo se escanea el aire en movimiento?
– ¿Qué moléculas se obtienen?
– ¿Cómo se dibuja un mapa de moléculas de aire en movimiento y objetos del solar?
– ¿Cuál es la forma de estos espacios aeroescanomolecularesobjetoformos resultantes de un mapa de moléculas de aire en movimiento y objetos del solar?
– ¿En esos espacios aeroescanomolecularesobjetoformos se pueden poner mesas y asientos, e inclusive almorzar?
– ¿Si el proceso es reversible, se puede obtener una molécula de DNA escaneando un restaurante?

Este esperpento es una muestra de la logorrea que por medio de sus publicaciones, un grupo de pararquitectos-parafilósofos-paracadémicos españoles está exportando a sus colonias del otro lado del mar. A mi modo de ver, se trata de una peligrosa pandemia que se extiende como el cólera entre arquitectos y estudiantes.

La pregunta concluyente es: ¿Por qué estos personajes utilizan este lenguaje? Yo tengo tres respuestas.

Primero, porque pretenden burlarse de media humanidad. Y lo están logrando.

Segundo, porque necesitan destacarse y como no pueden lograrlo con sus proyectos, lo intentan con su blablablá. Y también lo están logrando.

Tercero, porque saben que el lenguaje claro es transparente, y permite ver que más allá de las palabras, no hay ninguna idea.

Cuando nuestra famosa reina de belleza dijo que Confucio inventó la confusión, se equivocó. La inventó un arquitecto español.

Willy Drews

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POR UNA “ARQUEOLOGÍA” DE LA TEORÍA DEL PROYECTO EN ALDO ROSSI. RAYMOND ROUSSEL Y LOS QUADERNI AZZURRI


Riccardo Palma

Traducción Sasha Londoño

Si pudiéramos practicar una especie de “arqueología” de los Quaderni Azzurri de Aldo Rossi con el objetivo de analizar los fragmentos de una teoría del proyecto, una de las herramientas que sería útil para esta investigación es la comparación con el pensamiento de Raymond Roussel, a quien Rossi cita regularmente en sus escritos. Mediante la recopilación de varios “fragmentos” –representados por tres palabras: la máquina, el procedimiento, la teoría– el ensayo tiene por objeto reafirmar la pregunta que Rossi tomó de Roussel: “¿Cómo puedo crear mis proyectos?” Esta pregunta es crucial en la reflexión contemporánea sobre la arquitectura y su enseñanza.

En las notas tituladas Elementi di architettura analítica [Elementos de análisis de la arquitectura] del Quaderno n. 7 de 1971, la tendencia por la construcción de una teoría del proyecto que de alguna manera pasa por todos los textos de los Quaderni azzurri de Aldo Rossi, encuentra aquí su punto de máxima concentración. Con base en estos fragmentos y sin pretender reconstruir un marco teórico, que en los Quaderni es asumido como una “tarea” para el futuro, he tratado aquí de hacer una “arqueología” de la escritura de Rossi, indagando sobre qué tan actual puede ser hoy en día frente a la crisis del pensamiento teórico en arquitectura.

La herramienta de “exploración” es la comparación con el pensamiento de Raymond Roussel, cuya referencia juega un papel fundamental en los escritos de Rossi(1). De hecho, es sobretodo a través de Roussel, que Rossi desarrolla un particular interés por el “procedimiento” del proyecto; es decir, por la descripción del “hacer” y del “como lo he hecho”, más que a una teoría ideológica de la arquitectura. Es una cuestión que lo lleva a considerar los aspectos maquínicos de su modo de proyectar, entreviendo la posibilidad de desarrollar una teoría de los procedimientos transmisibles que son la base para la producción del proyecto arquitectónico2.

La Máquina

(10)Si existe la posibilidad de una serie de operaciones objetivas sobre la arquitectura, estas pueden venir de la forma de base inicial. […]. Frente a un sistema altamente formalizado, podrán aparecer las máquinas3.

El sistema compositivo sobre el cual he escrito (especie de collages arquitectónicos de elementos preestablecidos) puede ser creado por combinación de formas (sistemáticas) en órdenes no preestablecidos (asistemáticos). La lógica del sistema ordena lo casual. Esta lógica permite también el ordenamiento irracional de partes eliminadas de un conjunto racional4.

El primer Quaderno, escrito en 1968, se inicia con la que será una pregunta recurrente en todos los Quaderni que le siguen: cuales son los procedimientos describibles y por tanto transmisibles en la actividad de proyectar? La respuesta de Rossi claramente no conduce a la solución del proyecto arquitectónico mediante un procedimiento determinado, sino que revela la posibilidad de una descripción como un procedimiento que amplifica en vez de suprimir las posibilidades de combinación de la memoria y de la imaginación. Así, en los Quaderni referidos a “l’apparecchio alla morte” [Máquina para la muerte] que fue misteriosamente descrito en la Autobiografía Científica, toma la forma del proyecto arquitectónico en sí mismo, siempre atrapado entre la plenitud de la vida a la que responde, y el vacío de las formas en la producción de esta respuesta. En este camino, el camino de prestar atención al procedimiento proyectual y de los diversos “elementos” que lo componen, Rossi encuentra a Raymond Roussel.

El Procedimiento

Siempre he manifestado la necesidad de explicar la propia obra según el modelo de Raymond Roussel: Como he escrito en algunos de mis libros –el modelo de Roussel me ha interesado por el mecanismo mismo de su obra. Cada idea es presentada como una descripción de una situación aparentemente incomprensible que más adelante es explicada – Es así como cada libro está dividido en dos partes/ en la segunda parte explica el mecanismo que ha conducido al resultado de la primera. – La obra resulta entonces lógica “en sí misma” y consecuente “en sí misma” – Este procedimiento es importante en el arte de la arquitectura. De esta manera he tratado de construir una arquitectura libre del tiempo, de las condiciones y de los sentimientos(5).

Pero más que en el sentido de una búsqueda proustiana del tiempo, me interesa la superposición con Roussel. Primero, la descripción de los elementos que automáticamente destaca o a los que aumenta su aspecto fantástico y, después, explicaciones racionales de las imágenes, donde los dos aspectos razón/fantasía se confunden(6).

Sin lugar a dudas, lo mejor era analizar estos proyectos y escribir como Raymond Roussel “Comment j’ai fait certains…” [“Como he hecho algunos…”], es una vieja idea mía, casi obsesiva: romper lo desconocido de la fantasía, descubrir las reglas del juego; en fin, profanar el gesto del inconsciente hasta sus raíces(7).

La estructura del procedée [método] rousselliano, referido a dos descripciones de la misma escena o la misma frase, es tomada como “mecanismo” compositivo en muchos de los primeros proyectos de Rossi. Si en su “doble descripción” Roussel acompaña una narración temporal de una descripción completamente estática en la que el tiempo y el espacio se contraen y si sus improbables máquinas primero son vistas en funcionamiento y después son minuciosa e inmóvilmente descritas en sus partes8, Rossi parece que primero construye sus proyectos sobre la variación del mecanismo distributivo controlado en planta, donde cada elemento está dispuesto tácticamente como parte de un mecanismo congelado y después, sobre la representación en alzado de estos mismos elementos en una especie de “escena” de teatro. Se ve por todo el proyecto del edificio una galería para el Complejo Monte Amiata en Milán, donde a la definición mecánica de la estructura distributiva repetida en dos escalas, en el pórtico y en las galerías en planta, corresponde, en la parte referida a la junta de dilatación, una “dramatización” de los elementos empleados que evidencia enigmáticamente el papel monumental: en el proyecto del Gallaratese los elementos de tensión son concentrados en una parte de la construcción que fue reducida cerca de 200 metros respecto al desarrollo regular de la fachada. Entre estos elementos es posible contar el uso de la junta de dilatación como la distancia de la línea horizontal continua marcada por la cubierta plana. Además, las diversas alturas de los pilares, las cuatro columnas, la diferencia de altura9.

A estas dos “descripciones” corresponden dos representaciones: de una parte, las perspectivas y los alzados que componen una escena teatral donde el espectáculo de la arquitectura es análogo al de una máquina abstracta funcional, pero sin propósito aparente; de otra parte, las plantas y las secciones que describen una sucesión de elementos “maquínicos”, cada uno 12 derivado de las respuestas al programa del proyecto y cada uno completo en sí mismo. Las dos representaciones ejercitan dos puntos de vista radicalmente diferentes sobre el proyecto: la primera, reutilizando las palabras de Rossi, nos muestra una “descripción de una situación aparentemente incomprensible”;la segunda, “el mecanismo que condujo a los resultados de la primera”.

La Teoría

La única posibilidad de presentar este discurso sobre la actividad de proyectar, es aquella de repasar sistemáticamente las notas Elementi di architettura analítica contenidas en el Quaderno n. 7; extenderlas a toda tu arquitectura hasta lograr la precisión necesaria de otras arquitecturas. Es decir, el estudio de los elementos, de sus relaciones y de sus diferencias – hasta ahora no desarrollada suficientemente – entre forma geométrica y forma arquitectónica, más allá del significado tipológico de la forma. También la importancia de redibujar sistemáticamente todos tus proyectos; es decir, los dibujados como síntesis y recuerdo(10).

Nosotros podemos explicar cómo hemos realizado una cosa, no el por qué la hemos realizamos – pero el cómo es muy amplio; no se refiere sólo a un sistema de convenciones más o menos rígidas, sino a una serie de experiencias que crean esas convenciones(11).

Las notas Elementi di architettura analítica desarrolladas en diversas páginas del Quaderno n. 7, escrito entre el 28 de mayo y el 23 de junio de 1971, representan para Rossi el intento por describir “como han sido realizados” sus proyectos bajo un punto de vista que se abre plenamente a una teoría del proyecto necesariamente contrapuesta a una teoría de la arquitectura. Esta es una contraposición que ve, de una parte, la posibilidad de indagar el quehacer del arquitecto y las técnicas que ese quehacer implica; y, de otra parte, la dificultad para basar sus decisiones formales sobre un sistema ideológico de validez universal12.

A diferencia de otros Quaderni donde normalmente los dibujos son independientes, el Quaderno n.7 contiene una serie de bocetos que representan algunas variaciones de la misma composición formada de un conjunto fijo de elementos: “el triángulo puente de Parma y Segrate, el pórtico y la fachada del Monte Amiata, la torre chimenea, puente de hierro con estructura reticular, grúas o maquinaria de construcción, escaleras, el San Carlone seccionado, rara arquitectura con frontón”(13). El texto describe las13 posibles combinaciones compositivas que cada uno de estos elementos en sí mismo ofrece en relación con los demás. A continuación, por ejemplo, C (la columna aislada) “es presentada como elemento en sí mismo, pero al ampliar el dibujo, tiene una relación precisa con B (el pórtico) – que puede aparecer como el soporte de A (el frontón)”(14)

Hasta aquí el análisis de Rossi observa el proyecto desde un sólo punto de vista, el de la “situación incomprensible”: porque pone el problema de reconstruir en planta y sección estas composiciones como una unidad arquitectónica. Eso es finalmente la unidad de la arquitectura. Sin embargo, en estas composiciones se encuentran reunidos los efectos de mayor tensión […]. Su sobreposición tiende a ser un momento dramático como en las fachadas de las iglesias barrocas(15).

Solo más adelante, en el mismo Quaderno, esta dualidad es resuelta mediante una serie de bocetos referidos el proyecto de una cafetera; son bocetos que parecen querer resumir los aspectos generales del procedimiento del proyecto. Primero Rossi enumera en planta las tres partes que componen la cafetera mostrando su funcionamiento recíproco: el rectángulo (manija), el círculo (cuerpo), el triángulo (boca). Más adelante, una axonometría revela el momento en el que los mismos elementos están combinados.

La boca y la manija en este objeto son análogos a la organización del edificio en arquitectura, hay que ver las diversas especulaciones creadas en arquitectura sobre este tipo derelaciones. – en planta a) secuencia del triángulo, círculo, rectángulo a lo largo de un eje de desarrollo – la cafetera B como sobre posición de cilindros y el carácter predominante del pico(16).

Estas páginas finales del Quaderno dan la sensación de ser una especie de conclusión o punto de llegada a la pregunta sobre “como lo he hecho”, de Roussel; Rossi parece indicar una respuesta análoga a la del procedée. Todos los proyectos son producidos dos o más veces: si en los alzados está incluido el teatro sin tiempo y sin explicación arquitectónica, es la planta distributiva la que mostrará la máquina lógica del proyecto. El procedimiento es circular y sin jerarquías, una representación implica la otra y viceversa hasta el infinito. Todos los proyectos describen cómo a través del uso simultáneo de una doble representación, el procedimiento y las “máquinas” son los que han permitido que sean realizados.

Es así como siempre en el proyecto la arquitectura nos habla de la vida que contiene y permite, pero también, y sobre todo, del vacío en el que se sustenta.

Fig. 1 Elementos A, B, C, D, E, E, y A- Elemento permanente como forma y en la composición. Potencialmente un canal, pasarela cubierta. Enlace. A niveles. Valor del frontón. No aparece como cobertura. B- Siempre entendido como soporte de A.

Fig. 2 Soporte de A (Segrate, Triennale) tiene un diámetro mayor. Necesidad de volver sobre este elemento para considerarlo como columna. Relación entre altura y diámetro. Aquí la altura es representada en B. D- Es una parte que ha sido definida.

Fig. 3 E- Es una torre cilíndrica de piedras superpuestas, cuyo diámetro se estrecha. El corte de la composición raramente la define en altura. E y E1 se diferencian por la estructura vista y por ser tendencialmente

Fig. 4 mayor como modelo. Originalmente es una chimenea de fondo.

Notas

1 Ya me he referido al tema de las relaciones entre Rossi y Roussel en otro escrito centrado en la lectura de la arquitectura de Rossi como arte de la memoria. Se trata de: R. Palma, “Come ho fatto alcuni dei miei progetti”: letteratura combinatoria e arte della memoria nell’opera di Aldo Rossi, in Macchine nascoste. Discipline e tecniche di rappresentazione nella composizione architettonica, a cargo de R. Palma, C. Ravagnati, UTET, Torino 2004, pág. 126-139.

2 La atención prestada aquí al proyecto de arquitectura como procedimiento está apoyada en el escenario de investigación guiado por G. Motta, cuyo cuadro teórico está contenido en: G. Motta, A. Pizzigoni, L’orologio de Vitruvio, Unicolpi, Milano 1998. Otros ensayos importantes relacionados con esta investigación sobre el funcionamiento del proyecto han sido publicados en: G. Motta, A. Pizzigoni, Les machines du projet. L’horologe de Vitruve et autres écrits, Anthopos-Economica, Parigi 2006.

3 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 1, 19 junio 1968, ripr. anastática (a cargo de F. Dal Co), Milano, Electa 1999. Sobre el papel de I quaderni en la obra teórica de Rossi ver

15

en la misma publicación: F. Dal Co, Il teatro della vita. Introduzione ai quaderni azzurri di Aldo Rossi, en A. Rossi, I Quaderni Azzurri, cit. pág. III-XXV.

4 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 4, 16 enero 1970 – 30 diciembre 1970, cit. 5 A. Rossi, I quaderniazzurri, n. 14, “Arch. Analitica-città análoga”, 5 noviembre 1972 –

31 diciembre 1972, cit. 6 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 16, 25 noviembre 1973 – 20 mayo 1974, cit. 7 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 23, julio 1978 – enero 1979, cit.

8 A propósito de la estructura del procedée rousselliano ver: M. Butor, Sur les procédés da Raymond Roussel, en Idem, Essais sur les modernes, Gallimard, Paris 1967, pág. 199-221; M. Blanchot, Il problema di Wittgenstein: Roussel, in Idem, L’infinito intrattenimento, ed. It., Einaudi, Torino 1977, pág. 447-51; M. Foucault, Raymond Roussel, ed. It., Cappelli, Bologna 1978.

9 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 7, 28 mayo 1971 – 23 junio 1971, “Architettura analítica”, cit.

10 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 10, 21 noviembre 1971 – 13 junio 1971, cit. 11 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 14, “Arch. Analitica-città análoga”, 5 noviembre 1972

– 31 diciembre 1972, cit.

12 Sobre la noción de teoría y sobre la diferencia entre teoría del proyecto y teoría de la arquitectura, ver: G. Motta, Presentazione, in Architettura spazio scritto. Forme e techniche delle teorie dell’architettura in Italia dal 1945 ad oggi, a cargo de P. Bonifazio, R. Palma, UTET, Torino 2001, pág. IX-XI, y sobre la misma publicación: G. Motta y A. Pizzigoni, L’esposizione teorica. Il testo di architettura come forma della teoria, pág. 215-227.

13 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 7, 28 mayo 1971 – 23 junio 1971, “Architettura- Architettura analítica”, cit.

14 Ibid. 15 A. Rossi, I quaderni azzurri, n. 7, 1971, “Architettura-Architettura analítica”, cit. 16 Ibid.

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¿Cuándo fue la última vez que dijo NO?

Es una pregunta a boca de jarro, que aprendí a hacer en reuniones sociales y hasta laborales para romper el hielo y extender una campaña, mejor una cruzada para rescatar el «Derecho a decir que NO».

Nos hemos acostumbrado a decir que SI a casi todo, nos da pena ofender a alguien diciendo que NO tenemos tiempo para atender su llamada, para ir a la reunión inútil del Comité, hemos perdido incluso ante los meseros que nos traen la sopa fría o salada, o ante los presidentes cuyas rémoras los consideran los únicos salvadores, nos da miedo decir que NO nos convencen las acciones y omisiones de los Alcaldes, que NO queremos más telebobelas de mafiosos y tetas siliconadas, y a toda hora terminamos asintiendo idiotamente, por que nos da pena decir que NO entendemos, o que NO sabemos y eso que tenemos a San Google a la vuelta de un click.

Y así como nos apena decir que NO, nos enfurece que alguien nos diga NO, lo consideramos un desafío y estamos dispuestos a casar peleas de trogloditas con el fin de imponer nuestras ideas, así sepamos que NO tenemos la razón o que puede existir otra solución; dibujamos planos para sintetizar nuestras propuestas arquitectónicas y se los enseñamos a analfabestias de la geometría descriptiva que son nuestros potenciales clientes (los del billete) y como el mejor culebrero y yerbatero, vendedor de específicos y de ilusiones los convencemos con adjetivos de valoración de espacios, flujos dinámicos, equilibrio de masas y volúmenes, cromatismo y elementos de control ambiental y social de que NO nos digan que NO y nos permitan desarrollar con todo su presupuesto y algo más la idea genial.

Alguna vez me pregunte si en los animales además de razas y familias existía un idioma universal, o si este se mantenía solo entre las especies, es decir que las gallinas francesas pueden hablar con las colombianas, que las chibchas se entienden con las llaneras, etc. por que para mí suenan igual, ponen un huevo y cacarean como los arquitectos, es una reacción universal, aunque lo hacen más cuando hablan del próximo proyecto (perdón huevo)

Como nadie me ha resuelto la duda de la universalidad lingüística de las gallinas y de la arquitectura, algunos arquitectos aparte de concebir espacios, de dibujar proyectos y construir obras les da por falta de oficio de convertir la sinapsis espacial en complicados axiomas de profundas vaguedades bien cacareadas, que como las palabras, fuera de contexto muchas veces, de los cantantes de rock, de los lideres espirituales y políticos o de los entrenadores de fútbol se elevan al mármol y se convierten en leyes universales como «más es menos» o «perder es ganar un poco»

Guillermo Fischer esta tratando de decir que NO, que NO entiende o NO comparte las propuestas de la sinapsis de Mesa, tranquilo ya somos más, sin embargo como bien lo anota Willy Drews el tema y el problema son distintos, es nuestro lenguaje universal gráfico incapaz de transmitir una idea espacial?

Un concepto tridimensional y funcional, requiere de la complicada transmutación en un axioma o en una frase de cajón?

Francisco Pardo Téllez
Arquitecto 4×4

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Impostura intelectual

Torre de Babel tiene como política no publicar comentarios de incontinencia y desahogo, tipo Facebook. En contra de esta política publico los comentarios no divulgados que he recibido. Lo hago confiando en que a quienes les parece que estamos ante un pensador importante a quien yo he maltratado, le eviten a la cultura arquitectónica colombiana tener que esperar cincuenta años para entenderlo. Los invito a explicarlo, aclarando que lo que estoy tratando de hacer es desenmascarar lo que considero una impostura intelectual.

Me parece que Mauricio Pinilla tiene razón al afirmar que el Orquideorama se merecía el Premio Nacional de arquitectura. Pero eso es otra cosa. A lo que he llamado charlatanería es al texto publicado de un foro, en el que además yo participé. Considero que nos están tratando de vender como contemporaneidad, vanguardia y genialidad, lo que en su momento Alan Sokal denominó impostura, chapucería y logorrea.

Este fenómeno del abuso del lenguaje científico y de la metáfora proviene  en arquitectura  de un círculo al que pertenecen Andrés Jaque, Izaskún Chinchilla y Uriel Fogué, entre otros, quienes amparados en autores como Gilles Deleuze, Felix Guattari  y Bruno Latour, saquean ideas pertenecientes a los campos de la ciencia, la filosofía y la sociología, para transponerlas a la arquitectura, de manera “paradójica”, reproduciendo los abusos de los que  lo que Sokal acusa a estos mismos autores. Para el caso, la construcción de una impostura sobre otra impostura.

A Jaque, Chinchilla y Fogué hay que abonarles que su modo críptico resulta más inteligible que el ultracríptico Mesa. Además, acuden  a las obligatorias referencias bibliográficas, caso que no se da en los escritos de Mesa.

Mi forma de mostrar la impostura ha sido evidenciándola, citando los textos de Mesa como aparecen en la revista Memorias. No considero necesario hacer más porque me parece que la falta de claridad que demuestran brilla por sí misma, hasta el punto de poderla considerar humorística.

Si los admiradores o partícipes de este modo de escribir insisten que basta con leerlos, que hablan por sí mismos, que no necesitan explicación, y que la molestia o la risa que nos genera a algunos es cuestión de ignorancia, asumo que el caso queda cerrado. Los que así piensan seguirán pensando que estamos ante un talento al que yo malignamente quiero perjudicar, y yo seguiré pensando que estamos ante una impostura intelectual.

Sin embargo, si alguno considera necesario demostrar mi equivocación, ojalá opte por la claridad. Le aseguro que yo, y probablemente algunos de los que consideran que esto es chapucería, verborrea o logorrea, y una prolongación de la seudovanguardia española, les aseguro que se lo sabremos reconocer.

Guillermo Fischer

Comentarios no publicados:



Autor: Sergio Gomez.
Que lastima por Fischer.
No ha sido capaz de entender lo que dice Felipe!! Esta desconectado… Lee apenas un fragmento de sus textos y cree haberlo abarcado. Tendria que desmenuzar palabra por palabra el texto para poderlo entender, pues cada una de ellas tiene un sentido completo.
Lo descalifica como si fuera su enemigo, ridiculizandolo. Sin embargo el que queda ridiculizado es el.
No creo que la obra de felipe pueda ser reducida a 5 parrafos fuera de contexto, tendria que estudiarse sus edificios y sus libros.
La historia en pocos meses olvidara este incidente sin importancia, pero en unos 50 años los arquitectos podrán recorrer los magníficos edificios de Felipe,  leer sus textos y entender el pensamiento que le daba sentido a la arquitectura Colombiana de la primera década del siglo XXI. Lastima que Fischer se haya quedado por fuera de todo esto, desconectado, sin producir, sin escribir, sin crear, vive en otro tiempo y espacio, y por eso le angustia no etender y para no perder visibilidad, ataca a los que si trabajan. El fondo de sus textos  es un amargo quejido.
Autor:Ana Maria Pinzon:
Sigo opinando que es muy desafortunada esta actitud de «ataque directo» y lo único que se me viene a la mente son dos palabras: mala leche.
Autor : Maarten Goossens
Guillermo: ¿Fue su columna un chiste entonces? No había caído en cuenta…
Pero lo que pasa es que denuncia el uso de un lenguaje en su opinión vacía, pero sin decir por qué lo es. Por lo tanto, si yo fuera Felipe Mesa, en este momento no me sentiría invitado a dar respuestas o iniciar una discusión (una discusión que podría resultar muy interesante, porque este tema de «hablar en difícil» sí creo que es un problema que merece atención) porque Ud. en su columna no dice nada en concreto sobre los fragmentos del texto en cuestión.
Lo invito a enumerar 10 palabras empleadas por Mesa y explicar de cada una por qué está mal usada.
Autor: Guillermo Fischer
Hola Maarten:
Diez palabras: todo el texto!
Estoy dejando que los lectores juzguen por su cuenta, para Ud, por lo visto esta ponencia es coherente, lo invito  publique un articulo en defensa.
Saludos,
Memo
Autor : Maarten Goossens
Todo el texto…. bien, pero ¿dónde está la explicación de por qué el lenguaje de Mesa no sirve?
No estoy en contra de la denuncia o del tema o «a favor de Felipe Mesa» (como si esto fuera una competencia) ni mucho menos, por lo tanto no me corresponde a mí publicar un artículo en su defensa. Lo que sí me parece clave es que siempre haya argumentos y que las críticas estén fundamentadas, y eso es lo que me hace falta y la razón de hacerle la invitación que le hice.
Un saludo,
Maarten
Autor : Maarten Goossens
Guillermo, los comentarios que hice sobre su columna los hice con el objetivo de iniciar una discusión sobre el tema que está proponiendo pero a raíz de argumentos. No entiendo por qué no publicó mi comentario ni  responde públicamente: ¿Es Torre de Babel no un portal abierto?
Sigo entonces a la espera de que publique el comentario de antes de ayer. Hagamos esta conversación entre todos para que todo el mundo pueda participar.
MG

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Expresar una idea, con o sin plastilina

Enero 17 – 2011

Por petición de Guillermo Fischer, quien me dice que publicará una serie de comentarios previamente rechazados por él, compacto en un único texto los dos comentarios que hice sobre el texto Charlatanería. Reitero mi intención de propiciar una discusión sobre un tema tan importante como la escritura.

Willy Drews

DOS EN UNO

Reconozco que no entiendo una buena parte de los Aforismos de Felipe Mesa citados por Guillermo Fischer, pero lo atribuyo a mi formación arcaica y, como dice el ya citado Cantinflas, a mi “falta de ignorancia”.

Admiro la arquitectura de Felipe y respeto su pensamiento. Presumo perogrullescamente que si así escribe es porque así lo entiende y cree que lo entendemos. Una explicación en sus propias palabras, o de un lector desprevenido que lo haya entendido sería de gran utilidad para quienes, como yo, todavía necesitamos que nos expliquen muchas cosas con plastilina.

Si esto se logra, podríamos dejar de lado temporalmente el tema personal de los Aforismos y centrarnos en el tema general que considero real y académicamente trascendental: La manera adecuada de transmitir una idea.

Existen, creo, dos enfoques:

El primero es utilizar un lenguaje claro y preciso, buscando llegar al mayor número de lectores con diferentes niveles educativos y culturales, sin sacrificar el concepto. Intentarlo es de valientes y lograrlo es de sabios.

El segundo es hacer uso de cultos grafismos cuyo ordenamiento propone una aclaración holística conceptual, que descarta la simple génesis primigenia del producto intelectual del cerebro, para remplazarla por un metalenguaje encriptado donde la semántica de los signos utilizados supere la capacidad del intelecto medio.

A la gran minoría de las inquietas mentes de los pretendidos receptores del sofisticado mensaje, nos asalta la duda (por que a este nivel conceptual las dudas pueden alcanzar estados delictivos) de si la pretendida meta del pensante transmisor es profundizar en los recónditos fundamentos filosóficos del pensamiento planteado, o por contra se trata de succionar bucalmente el albo y nutritivo líquido de las glándulas mamarias del macho de un ave canora, reconocidamente de corto vuelo y definitivamente domestica. O sea, mamar gallo.

Sigo creyendo que este debate es importante en la medida en que se despersonalice y se utilicen los Aforismos de Mesa solamente como un pretexto para discutir el tema de fondo: ¿Cómo se debe escribir la arquitectura? ¿En qué términos? ¿Para quien se escribe? El lector, estudiante, profesional ó profano está entendiendo lo que estamos escribiendo?

No estoy de acuerdo con los términos utilizados por Fischer (charlatanería, culebrero) que pueden hacer pensar que se trata de un problema personal y desviar el interés de una discusión académica que por su importancia puede ser enriquecedora. Hay que evitar que se llegue a malinterpretar el planteamiento de un portal abierto que, lo ha dicho el mismo Fischer, no debe albergar ataques personales, insultos, opiniones anónimas, ni intereses particulares.

Invito, pues, a opinar sobre el tema propuesto: ¿Cómo transmitir una idea?

Willy Drews

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